Hace unos 1.200 años, unos monjes llegaron al actual emplazamiento de Santillana, ocuparon una tierras y fundaron una pequeña ermita y monasterio que, con el apoyo nobiliario llegó a ser la mayor abadía de Cantabria durante la Edad Media.
La Posada "Casa del Organista" es una casona montañesa del siglo XVIII que ha sido cuidadosamente restaurada por artesanos canteros y carpinteros que han reconstruido la que fuera, durante sesenta años, casa del organista de la Colegiata, para su actual utilización como hotel con encanto.