Resulta complejo poder estar abiertos y seguir recibiendo a nuestros huéspedes.

Está claro que el virus que nos tiene atemorizados no nos permite disfrutar de las relaciones sociales a las que estábamos acostumbrados y nos impone nuevas formas que exigen distanciamiento, nada más contrario al acercamiento social propio de los humanos.

Aún así, en nuestras mentes continúa la esperanza de que podamos volver a disfrutar de nuestro entorno y allegados como era habitual y, como no puede ser de otra manera, de los viajes. Viajes de los que nos nutrimos de nuevos acercamientos a personas y lugares que marcan y forman nuestra personalidad, viajes en los que intercambiamos ideas, perspectivas, conocimiento y nuevas relaciones personales.

En La Casa del Organista estamos atentos a poder volver a recibiros, viajeros, y volver a disfrutar con vosotros.

¡Nos vemos pronto!

Con nuestros mejores deseos, se despide el equipo de La Casa del Organista