La revista, Turismo Rural, habla de este alojamiento en Santillana del Mar.
He aquí una publicación sobre nuestro alojamiento en Santillana del Mar, Cantabria, que, al mismo tiempo que nos abruma, nos llena de orgullo.
La Casa del Organista (Santillana del Mar, Cantabria)
Hay alojamientos que nacen con estrella. Si los clientes tienen el privilegio de poner el pie en el empedrado de Santillana del Mar (Cantabria), su satisfacción ya está garantizada. Dicen que esta es la villa de las tres mentiras –ni es santa, ni es llana ni tiene mar–, pero también podría ser la de las infinitas verdades: aquí el tiempo se ha criogenizado, despertando, tras su letargo medieval, a una belleza encantadora y perfecta, que ofrece a los visitantes la ilusión de la inmortalidad.
La sentimos en el claustro de la colegiata de Santa Juliana, con esos capiteles de santos, caballeros y centauros, y también, ¡faltaría más!, en las cuevas de Altamira, a apenas 1,5 km del casco histórico de la villa. Si el tiempo tuviera cuerpo, se parecería, sí, a Santillana del Mar, una suerte de libro abierto que integra la historia del hombre desde el Paleolítico a la edad contemporánea, tan curiosa y tan necesitada de tregua.
Asomad, pues, la bandera blanca y rendíos al embrujo de La Casa del Organista, una casona montañosa del siglo XVIII en la que viviera, de ahí su nombre, el organista de la Colegiata durante sesenta años. Restaurada por artesanos canteros y carpinteros, no hay turista que le niegue una fotografía a sus miradores, ni viajero que resista la tentación de hacer un alto en el camino e interesarse por sus bondades. Que son múltiples y variadas: servicio de habitaciones, desayuno, baño completo, terraza, parking…, pero que, sobre todo, se ofrecen con un mimo y una calidad exquisitas, que apremian a cualquiera a repetir la experiencia. Habrá quien se quede con la sobremesa junto a la chimenea, tal vez con un sugestivo juego de mesa en familia, quien suba a la terraza y cargue las pilas de los ojos en el verde del horizonte, o quien, hechizado por su anterior inquilino, escuche en su habitación el aire lejano de un órgano…
En sus 14 habitaciones, dobles e individuales, no hay ninguna igual, y todas son inmejorables. Cambian las vistas, pero no las sensaciones, y el precio, hay que decirlo bien claro, es muy competitivo. Baste este dato: los premios Traveler’s Choice, del portal de viajes Tripadvisor, han distinguido este año su relación calidad/precio, un reconocimiento que su gerente, Rafael Trueba, agradece por lo que hay detrás: la valoración de primera mano de sus clientes, que “han compartido con nosotros un fin de semana o sus vacaciones a lo largo del año”.
La vida en Santillana, se diría, es como un entreacto en el que al público le fuera dado elegir la naturaleza de su ocio. Todos los viernes, cinco afortunados, seleccionados por sorteo entre quienes visiten el museo esa jornada, pueden acceder a la auténtica cueva de Altamira. A solo cuatro kilómetros, se divisa ya la costa, con la fina arena de la playa de Santa Justa, solitaria y dorada al sol, y, en los alrededores, hay cultura y paisaje para gozar sin límites, desde la universidad de Comillas a la cueva del Soplao, pasando por el Parque de la Naturaleza de Cabárceno o los Picos de Europa. Todo está “puerta con puerta”, y es tan irresistible que, sin querer, nos va obligando a prolongar un día más (y otro y otro) las vacaciones.
En la Casa del Organista se pueden gestionar las entradas a algunos de esos recintos y lugares, y, desde luego, conviene encomendarse a los sabios consejos de sus responsables para explorar la villa y sus alrededores, ya sea recorriendo a pie sus senderos, en 4×4, a caballo o pony, ya degustando la gastronomía de la zona, de la que la posada ofrece algunas pistas en su desayuno de repostería tradicional, que se acompaña por un servicio de bar/cafetería abierto todo el día.
Acogedora y cálida, relajante y familiar (gratis para los menores de dos años), La Casa del Organista, emplazada en el corazón mismo de Santillana del Mar, ha sabido mantener el equilibrio con un pie en el pasado y otro en el presente. Sus suelos y contraventanas de madera, sus vigas vistas y su sillería nos trasladan al Siglo de las Luces en el que se levantó, y sus comodidades atienden a las necesidades más perentorias del viajero contemporáneo (¡ese wifi!).
El sello del Club de Calidad Cantabria Infinita, que abraza a 19 posadas en el medio rural que se levantaron antes de 1950, es otro aval, uno más, para confiar en esta casa. Pero, sin duda, las opiniones de los viajeros son aún más determinantes, y estas son unánimes. Si ya conocéis Santillana del Mar, querréis repetir. Si no, esta es vuestra oportunidad. La música del organista os está esperando.
MÁS INFORMACIÓN
La Casa del Organista
C/ Los Hornos, nº 4 – 39330 Santillana del Mar (Cantabria)
Tel.: 942 840 352
www.casadelorganista.com
susana@casadelorganista.com
Muchísimas gracias Raúl, esto es más de lo que podríamos pedir.